Finalmente, Alejandro Cheuquefilo, secretario de la comunidad de Chosdoy, manifestó estar muy contento por el avance logrado a través de los años, producto del trabajo en equipo que los caracteriza.
La adquisición se concretó a través del financiamiento del Gobierno
Regional de Los Ríos, que junto al Instituto de Desarrollo Agropecuario
INDAP, impulsa un innovador programa para fortalecer la agricultura familiar
campesina y el emprendimiento asociativo.
Con las ganas de continuar con el trabajo colaborativo que los caracteriza desde
hace ocho años en la comuna de Lanco, la comunidad indígena de Chosdoy
recibió con alegría el tractor con pala frontal que se adjudicó a través del programa
denominado “Transferencia para el Desarrollo y Fortalecimiento Integral de la
Agricultura Campesina e Indígena de la Región de Los Ríos”, impulsado por
INDAP y el Gobierno Regional.
Con una inversión que alcanza los 76 millones de pesos, 48 familias de este
importante sector rural de Lanco cuentan desde ahora con equipamiento moderno
para llevar a cabo sus actividades, entre las que destacan la siembra de avena,
trigo, pasto para ganado y la cosecha de forraje para el invierno, entre otros
trabajos en equipo.
Al respecto, el presidente de la comunidad de Chosdoy, Patricio Cayufilo, señaló
que “este equipamiento viene a apoyar y a fortalecer las herramientas con las que
ya contamos. Además, nos incentiva a continuar trabajando y ayudando a las
familias de esta comunidad”. Según detalla el dirigente, actualmente son 106 los
socios que conforman la entidad que representa, por lo que continuarán
trabajando juntos para alcanzar metas en pos del desarrollo productivo local.
Juventud y experiencia
Por su parte, Eduardo Reuque, vicepresidente de la comunidad y uno de los más
jóvenes en el directorio, indicó que precisamente la llegada de este tractor “es un
incentivo que permitirá la participación de los socios más jóvenes. Porque si por
algo nos caracterizamos como comunidad, es que tanto los adultos como los
jóvenes tenemos cosas que aportar; las nuevas generaciones con su formación
estudiantil y formulación de proyectos, en tanto los adultos lo hacen con la
experiencia y la orientación que nos entregan día a día en beneficio de la
agricultura campesina que desarrollamos acá”.